Licenciatura en Pedagogía
sábado, 14 de marzo de 2015
viernes, 13 de marzo de 2015
LA EVALUACIÓN EDUCATIVA: CONCEPTOS,
LA EVALUACIÓN EDUCATIVA.
FUNCIONES Y TIPOS.
La evaluación es hoy
quizá uno de los temas con mayor protagonismo del ámbito educativo, y no porque
se trate de un tema nuevo en absoluto, sino porque administradores, educadores,
padres, alumnos y toda la sociedad en su conjunto, son más conscientes que
nunca de la importancia y las repercusiones del hecho de evaluar o de ser
evaluado. Existe quizá una mayor consciencia de la necesidad de alcanzar
determinadas cotas de calidad educativa, de aprovechar adecuadamente los
recursos, el tiempo y los esfuerzos y, por otra parte, el nivel de competencia
entre los individuos y las instituciones también es mayor.
Quizá uno de los
factores más importantes que explican que la evaluación ocupe actualmente en
educación un lugar tan destacado, es la comprensión por parte de los
profesionales de la educación de que lo que en realidad prescribe y decide de
facto el "que, cómo, por qué y cuándo enseñar" es la evaluación. Es decir,
las decisiones que se hayan tomado sobre "qué, cómo, por qué y cuándo evaluar".
En general, uno de los objetivos prioritarios de los alumnos es satisfacer las
exigencias de los "exámenes". En palabras de A. de la Orden (1989):
"la evaluación, al prescribir realmente los objetivos de la educación, determina,
en gran medida... lo que los alumnos aprenden y cómo lo aprenden, lo que los
profesores enseñan y cómo lo enseñan, los contenidos y los métodos; en otras
palabras, el producto y el proceso de la educación... querámoslo o no, de forma
consciente o inconsciente, la actividad educativa de alumnos y profesores está
en algún grado canalizada por la evaluación". Todos estos factores han llevado a una
"cultura de la evaluación" que no se limita a la escuela sino que se
extiende al resto de las actividades sociales.
Concretamente, en nuestro país, la ampliación
del ámbito de la evaluación desde los resultados y procesos del aprendizaje de
los alumnos hasta el propio currículo (en sus distintos niveles de concreción),
la práctica docente, los centros, el sistema educativo en su conjunto, etc, ha
dibujado en los últimos años un nuevo escenario para las prácticas evaluativas,
que se han desarrollado a todos los niveles de manera muy importante.
1.- CONCEPTOS BÁSICOS Y FUNCIONES DE LA EVALUACIÓN
EDUCATIVA.
1.1.- Clarificación de conceptos
Es importante, antes
de abordar cualquier contenido de evaluación, distinguir algunos conceptos
fundamentales, tales como evaluación calificación y medida.
El concepto de
evaluación es el más amplio de los tres, aunque no se identifica con ellos. Se
puede decir que es una actividad inherente a toda actividad humana intencional,
por lo que debe ser sistemática, y que su objetivo es determinar el valor de
algo (Popham, 1990).
El término
calificación está referido exclusivamente a la valoración de la conducta de los
alumnos (calificación escolar). Calificar, por tanto, es una actividad más
restringida que evaluar. La calificación será la expresión cualitativa (apto/no
apto) o cuantitativa (10, 9, 8, etc) del juicio de valor que emitimos sobre la
actividad y logros del alumno. En este juicio de valor se suele querer expresar
el grado de suficiencia o insuficiencia, conocimientos, destrezas y habilidades
del alumno, como resultado de algún tipo de prueba, actividad, examen o
proceso.
Se evalúa siempre
para tomar decisiones. No basta con recoger información sobre los resultados
del proceso educativo y emitir únicamente un tipo de calificación, si no se
toma alguna decisión, no existe una auténtica evaluación.
Así pues, la
evaluación es una actividad o proceso sistemático de identificación, recogida o
tratamiento de datos sobre elementos o hechos educativos, con el objetivo de
valorarlos primero y, sobre dicha valoración, tomar decisiones (García Ramos,
1989).
La evaluación, por tanto, se caracteriza como:
Un proceso que
implica recogida de información con una posterior interpretación en función del
contraste con determinadas instancias de referencia o patrones de deseabilidad,
para hacer posible la emisión de un juicio de valor que permita orientar la
acción o la toma de decisiones.
Finalmente, deben
diferenciarse los conceptos de investigación y evaluación. Ambos procesos
tienen muchos elementos comunes, aunque se diferencian en sus fines:
- La evaluación es un
proceso que busca información para la valoración y la toma de decisiones
inmediata. Se centra en un fenómeno particular. No pretende generalizar a otras
situaciones.
- La investigación es
un procedimiento que busca conocimiento generalizable, conclusiones
(principios, leyes y teorías), no tiene necesariamente una aplicación inmediata
(De la Orden, 1989).
1.2.- Ámbitos de la evaluación
Tradicionalmente, la
evaluación se ha venido aplicando casi con exclusividad al rendimiento de los
alumnos, a los contenidos referidos a conceptos, hechos , principios, etc.,
adquiridos por ellos en los procesos de enseñanza. A partir de los años
sesenta, la evaluación se ha extendido a otros ámbitos educativos: actitudes,
destrezas, programas educativos, materiales curriculares didácticos, la
práctica docente, los centros escolares, el sistema educativo en su conjunto y
la propia evaluación.
Esta extensión de la
evaluación a otros ámbitos tuvo lugar en los Estados Unidos a finales de los
años 50 debido a circunstancias tales como: la crítica a la eficacia de las
escuelas públicas, la gran inversión dedicada a la educación que exigía una
rendición de cuentas (Accountability), etc. Por tanto, el campo de aplicación
de la evaluación se extiende a alumnos, profesores, directivos, instituciones,
la administración, etc. Y va a ser, precisamente, a raíz de la extensión del
ámbito evaluador cuando van a surgir una serie de modelos de evaluación de gran
relevancia.
1.3.- Evaluación/promoción
La decisión de
promoción es la que, con más frecuencia, debe enfrentar el profesor, desde las
promociones formales (curso a curso) hasta las promociones diarias (de una
tarea a otra, cuando se considera que se ha alcanzado un nivel de conocimientos
suficiente). Por tanto, la evaluación puede resultar un elemento estimulante
para la educación en la medida en que pueda desembocar en decisiones de
promoción positivas, y para ello es preciso que el sistema educativo sea
público y coherente, ofreciendo la información precisa para ofrecen la
dificultades que puedan surgir. Para ello, es necesario una definición clara de
los objetivos previos y una recuperación inmediata en caso de fracaso. En caso
de que el fracaso sea reiterado, se hace imprescindible la utilización de
procesos diagnósticos y terapéuticos. Por tanto, lo deseable es la promoción
tanto desde el punto de vista del aprendizaje como desde el punto de vista del
desarrollo armónico de la persona.
2.- TIPOS DE EVALUACIÓN
Esta clasificación
atiende a diferentes criterios. Por tanto, se emplean uno u otro en función del
propósito de la evaluación, a los impulsores o ejecutores de la misma, a cada
situación concreta, a los recursos con los que contemos, a los destinatarios
del informe evaluador y a otros factores.
2.1.- Según su finalidad y función
a) Función formativa: la evaluación se utiliza
preferentemente como estrategia de mejora y para ajustar sobre la marcha, los
procesos educativos de cara a conseguir las metas u objetivos previstos. Es la
más apropiada para la evaluación de procesos, aunque también es formativa la
evaluación de productos educativos, siempre que sus resultados se empleen para
la mejor de los mismos. Suele identificarse con la evaluación continua.
b) Función sumativa: suele aplicarse más en la evaluación de
productos, es decir, de procesos terminados, con realizaciones precisas y
valorables. Con la evaluación no se pretende modificar, ajustar o mejorar el
objeto de la evaluación, sino simplemente determinar su valía, en función del
empleo que se desea hacer del mismo posteriormente.
2.2.- Según su extensión
a) Evaluación global: se pretende abarcar todos los
componentes o dimensiones del alumnos, del centro educativo, del programa, etc.
Se considera el objeto de la evaluación de un modo holístico, como una
totalidad interactuante, en la que cualquier modificación en uno de sus
componentes o dimensiones tiene consecuencias en el resto. Con este tipo de
evaluación, la comprensión de la realidad evaluada aumenta, pero no siempre es
necesaria o posible. El modelo más conocido es el CIPP de Stufflebeam.
b) Evaluación parcial: pretende el estudio o valoración de
determinados componentes o dimensiones de un centro, de un programa educativo,
de rendimiento de un alumnos, etc.
2.3.- Según los agentes evaluadores
a) Evaluación interna:
es aquella que es llevada a cabo y promovida por los propios integrantes de un
centro, un programa educativo, etc. A su
vez, la evaluación interna ofrece diversas alternativas de realización: autoevaluación,
heteroevaluación y coevaluación.
* Autoevaluación: los
evaluadores evalúan su propio trabajo (un alumno su rendimiento, un centro o
programa su propio funcionamiento, etc). Los roles de evaluador y evaluado
coinciden en las mismas personas.
* Heteroevaluación:
evalúan una actividad, objeto o producto, evaluadores distintos a las personas
evaluadas (el Consejo Escolar al Claustro de profesores, un profesor a sus
alumnos, etc.)
* Coevaluación: es aquella
en la que unos sujetos o grupos se evalúan mútuamente (alumnos y profesores
mutuamente, unos y otros equipos docentes, el equipo directivo al Consejo
Escolar y viceversa). Evaluadores y evaluados intercambian su papel
alternativamente.
b) Evaluación externa: se da cuando agentes no integrantes
de un centro escolar o de un programa evalúan su funcionamiento. Suele ser el
caso de la "evaluación de expertos". Estos evaluadores pueden ser
inspectores de evaluación, miembros de la Administración, investigadores,
equipos de apoyo a la escuela, etc.
Estos dos tipos de
evaluación son muy necesarios y se complementan mutuamente. En el caso de la
evaluación de centro, sobre todo, se están extendiendo la figura del
"asesor externo", que permite que el propio centro o programa se
evalúe a sí mismo, pero le ofrece su asesoría técnica y cierta objetividad por
su no implicación en la vida del centro.
2.4.- Según el momento de aplicación
a) Evaluación inicial: se realiza al comienzo del curso
académico, de la implantación de un programa educativo, del funcionamiento de
una institución escolar, etc. Consiste en la recogida de datos en la situación
de partida. Es imprescindible para iniciar cualquier cambio educativo, para
decidir los objetivos que se pueden y deben conseguir y también para valorar si
al final de un proceso, los resultados son satisfactorios o insatisfactorios.
b) Evaluación procesual: consiste en la valoración a través
de la recogida continua y sistemática de datos, del funcionamiento de un
centro, de un programa educativo, del proceso de aprendizaje de un alumno, de
la eficacia de un profesor, etc. a lo largo del periodo de tiempo fijado para
la consecución de unas metas u objetivos. La evaluación procesual es de gran importancia
dentro de una concepción formativa de la evaluación, porque permite tomar
decisiones de mejora sobre la marcha.
c) Evaluación final: consiste en la recogida y valoración de
unos datos al finalizar un periodo de tiempo previsto para la realización de un
aprendizaje, un programa, un trabajo, un curso escolar, etc. o para la
consecución de unos objetivos.
2.5.- Según el criterio de comparación
Cualquier valoración se hace siempre
comparando el objeto de evaluación con un patrón o criterio. En este sentido,
se pueden distinguir dos situaciones distintas:
a) En caso de que la referencia sea el propio sujeto (sus
capacidades e intereses, las metas que se había propuesto alcanzar,
considerando el tiempo y el esfuerzo invertidos por el sujeto, y teniendo en
cuenta sus aprendizajes previos) o cualquier otro objeto de la evaluación en si
mismo (las características de partida de un programa, los logros educativos de
un centro en el pasado, etc.), estaremos empleando la AUTOREFERENCIA como
sistema
b) En el caso de que las referencias no sean el propio
sujeto, centro, programa, etc., lo que se conoce como HETEROREFERENCIA, nos
encontramos con dos posibilidades:
b.1) Referencia o
evaluación criterial:
Aquella en las que se
comparan los resultados de un proceso educativo cualquiera con los objetivos
previamente fijados, o bien con unos patrones de realización, con un conjunto
de situaciones deseables y previamente establecidas. Es el caso en el que
comparamos el rendimiento del alumno con los objetivos que debería haber
alcanzado en un determinado plazo de tiempo, o los resultados de un programa de
educación compensatoria con los objetivos que éste se había marcado, y no con
los resultados de otro programa.
b.2) Referencia o
evaluación normativa:
El referente de
comparación es el nivel general de un grupo normativo determinado (otros
alumnos, centros, programas o profesores). Lo correcto es conjugar siempre ambos criterio
para realizar una valoración adecuada, aunque en el caso de la evaluación de
alumnos, nos parece siempre más apropiada la evaluación que emplea la
autorreferencia o la evaluación criterial. El empleo de uno u otro tipo de
evaluación dependerá siempre de los propósitos de la evaluación y de su
adecuación al objeto de nuestra evaluación.
jueves, 2 de octubre de 2014
INTEGRANTES
domingo, 28 de septiembre de 2014
Material Instruccional
MATERIAL INSTRUCCIONAL:
1.- Medio Didáctico: Instrumento que utilizo para la Enseñanza/Aprendizaje.
2.-Recurso Didáctico: Medio (Adaptación para la E/A)
3.-Material Didáctico: Medio (Diseño/Elaboro)
Medio Didáctico:
*Convencionales: Libros de textos, pizarras, laminas, etc.
*No Convencionales: Televisión, proyector, grabadoras, video, etc.
1.- Medio Didáctico: Instrumento que utilizo para la Enseñanza/Aprendizaje.
2.-Recurso Didáctico: Medio (Adaptación para la E/A)
3.-Material Didáctico: Medio (Diseño/Elaboro)
Medio Didáctico:
*Convencionales: Libros de textos, pizarras, laminas, etc.
*No Convencionales: Televisión, proyector, grabadoras, video, etc.
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